Todos los días al despertar te lavas los dientes y haces tu rutina de skincare matutina. Llegada la hora de dormir, haces lo mismo pero integrando los pasos de belleza nocturnos. Así, todos los días. Todas hemos estado allí. Pero así como intentamos mantener esa disciplina para cuidar nuestro rostro y nutrir nuestra piel, me hago la pregunta, ¿estamos siendo igual de estrictas con la calidad de los productos que usamos y el compromiso de las marcas que los crean para que sean los más respetuosos con el medio ambiente?
Honestamente creo que no. Admito sin rechistar los productos que me recomienda mi esteticista y me alegro por los cambios positivos que empiezo a ver en mi piel, pero y los negativos que quizá (muy probablemente) le estoy causando al planeta. Aceptarlo es el primer paso para el cambio. El segundo, la acción. Hay muchas marcas de belleza noveles que nacen ya con esta misión y parámetros y otras de la vieja escuela que están haciendo un cambio, que parece lento, pero que va encaminado a modificar sus prácticas hacia unas más sustentables, sin perder sus beneficios. Existen las pruebas que demuestran que la belleza puede ser sustentable, todo está en identificarla correctamente y hacer el cambio conscientemente hacia ella.
Si te encuentras en ese punto de inflexión al igual que yo y quieres hacer el cambio, pero no sabes por dónde empezar y cómo saber cuáles son los productos que sí puedes comprar y cómo identificarlos. Sigue leyendo y toma nota para ajustar, de forma responsable, tu rutina de skincare por una sustentable.
Esto debes buscar en las etiquetas de tus productos de skincare si quieres ser parte del cambio:
Productos con ingredientes que no han sido probados en animales en ninguna etapa de su desarrollo.
Que no contienen ningún ingrediente animal.
Productos que no contengan organismos genéticamente modificados (GMOs, por sus siglas en inglés), herbicidas manufacturados, fertilizantes artificiales, conservantes, parabenos o cualquier otro ingrediente tóxico.
Si es tu primer acercamiento a este tema no te sientas abrumada por no haber tomado acción, recuerda que nunca es tarde para empezar. Y aunque es normal que sea así, empieza a dar pequeños pasos para encontrar la mejor formula para ti y tu estilo de vida para colaborar de forma activa y consciente con nuestro planeta. Pequeños cambios pueden generar otros más grandes.